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Luz natural en el interior de los edificios

Un lucernario, también llamado tragaluz o claraboya, es una ventana que se instala en un techo o parte superior de una pared con el objetivo de proporcionar luz natural a una estancia.

La instalación de un lucernario en un edificio proporciona no sólo una luz de calidad, sino que también, si está bien situado, un importante ahorro energético y de calefacción.

Los materiales más utilizados para la creación de lucernarios, son la fibra de vidrio, el cristal y el PVC, aunque en los últimos años el material más instalado, por sus excelentes propiedades, está siendo el policarbonato. Este material ofrece unas características que lo hacen ideal para este tipo de instalaciones: tiene gran resistencia a los impactos, elevados niveles de transmisión de la luz solar, se comporta bien ante la presencia de fuego, es ligero y muy resistente a condiciones atmosféricas adversas. Otra característica importantísima para su uso en lucernarios es que es capaz de eliminar hasta el 99% de los rayos UV, por lo que tiene un gran poder de protección frente a las radiaciones ultravioletas.

El policarbonato que se instala en las claraboyas se encuentra en formato placa y puede ser de color, absolutamente transparente o translúcido, para producir luz difusa.

Para su instalación, es importante que se tenga en cuenta el aislamiento térmico, ya que de lo contrario, el tragaluz puede convertirse en un punto débil para la climatización de un edificio. En caso de que no se pueda asegurar un alto aislamiento térmico, es recomendable que se cree un puente térmico.

Otro aspecto importante que se tendrá que tener en cuenta va a ser el mantenimiento: va a ser necesario que pueda accederse a su parte superior con el objetivo de realizar tareas de mantenimiento y limpieza.  Este hecho garantiza a largo plazo los objetivos para los que se instalan este tipo de estructuras.

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Luz natural en el interior de los edificios

Un lucernario, también llamado tragaluz o claraboya, es una ventana que se instala en un techo o parte superior de una pared con el objetivo de proporcionar luz natural a una estancia.

La instalación de un lucernario en un edificio proporciona no sólo una luz de calidad, sino que también, si está bien situado, un importante ahorro energético y de calefacción.

Los materiales más utilizados para la creación de lucernarios, son la fibra de vidrio, el cristal y el PVC, aunque en los últimos años el material más instalado, por sus excelentes propiedades, está siendo el policarbonato. Este material ofrece unas características que lo hacen ideal para este tipo de instalaciones: tiene gran resistencia a los impactos, elevados niveles de transmisión de la luz solar, se comporta bien ante la presencia de fuego, es ligero y muy resistente a condiciones atmosféricas adversas. Otra característica importantísima para su uso en lucernarios es que es capaz de eliminar hasta el 99% de los rayos UV, por lo que tiene un gran poder de protección frente a las radiaciones ultravioletas.

El policarbonato que se instala en las claraboyas se encuentra en formato placa y puede ser de color, absolutamente transparente o translúcido, para producir luz difusa.

Para su instalación, es importante que se tenga en cuenta el aislamiento térmico, ya que de lo contrario, el tragaluz puede convertirse en un punto débil para la climatización de un edificio. En caso de que no se pueda asegurar un alto aislamiento térmico, es recomendable que se cree un puente térmico.

Otro aspecto importante que se tendrá que tener en cuenta va a ser el mantenimiento: va a ser necesario que pueda accederse a su parte superior con el objetivo de realizar tareas de mantenimiento y limpieza.  Este hecho garantiza a largo plazo los objetivos para los que se instalan este tipo de estructuras.

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